Los
problemas que enfrento, es en ocasiones sobre la carencia de suficientes equipos de apoyo como son los cañones,
que utilizamos para la exposición de clases
y ya han sido solicitados por otros
profesores, sin embargo he podido exponer y dar mis temas con el apoyo
del pizarrón, utilizando mapas mentales, cuadros sinópticos, interactuando con
las participaciones de los alumnos, que es más tardado, pero se soluciona el
problema.
Las
preocupaciones que comparto con mis colegas, está relacionado con la deserción
de los alumnos, en la que se tiene la idea que nosotros los reprobamos, cuando
algunos ni entran a clases, los
buscamos, preguntamos por ellos, les
hacemos reportes de incumplimiento y a veces ni así reaccionan causando baja
por acumulación de materias reprobadas, no todos se van, otros los
vamos rescatando por cualquier razón pero
sentimos que no saben lo que un estudiante normal que ha ido cumpliendo
con sus trabajos continuos, va pasando el bachillerato de noche y finalmente
logra obtener su documento de preparatoria.
Satisfacciones
que compartimos, es el encontrarnos a exalumnos que reconocen nuestro trabajo,
y que además nos buscan para pedir nuestro apoyo, aún nos consideran sus
maestros.
Lo
que hago como docente es acerarme con los estudiantes que tienen problemas
académicos, con alguna materia e incluso alguna diferencia con un maestro, les
pregunto qué pasa, y me empiezan a platicar lo que sucede, juntos buscamos una
alternativa evitando cualquier enfrentamiento, sino dialogando de modo que hago
comprometer al alumno con la materia y sobre todo con el mismo, pero ¿Qué más
me queda por hacer si existen problemas que no conocemos sino que se manifiestan
cuando ya es demasiado tarde?